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Gran Viaje al Sur: 7mo dia

Hoy cumplí mi primera semana de viaje, le desperté en Claromeco temprano, eran las 8am cuando me fui a fijar, así que decidí dormir un par de horas más para salir tipo 10 u 11 de la mañana, ya que había arreglado con Aldy para encontrarnos y también quería conocer a Ángel, que es un gran seguidor de mis historias.

El descanso fue mayor de lo esperado y me desperté como a las 11:30, hasta levantar todo y estar listo, termine arrancando pasada las 12 con primer destino Bahía Blanca, pero como parada intermedia, Tres Arroyos para cargar combustible.


Realmente la ruta a Bahía Blanca no deja de sorprenderme, muy lindos paisajes, un cielo hermoso muy descubierto.
Llegue a Bahía Blanca pasaditas las 3pm y me puse en contacto con Ángel, quien se encontraba trabajando así que pase por su trabajo en la terminal de ómnibus. Fue muy agradable conocer a alguien que sigue tan fielmente mi aventura y me invito muy amablemente a comer mientras conversábamos de esta aventura y de muchas cosas de la vida. Estuvimos un largo rato compartiendo hasta que tipo 5 decido arrancar para no llegar tan tarde a Viedma, intente comunicarme con Aldy para aunque sea pasar por su trabajo saludándola pero mis esfuerzos fueron infructuosos.


Seguí camino a Viedma, pasando por los respectivos controles sanitarios de carnes y vegetales.
Note un cambio marcado de paisaje, empezaron a desaparecer los montes y montañas y todo fue cambiando a un gran llano, por algo a partir de acá empieza “la pampa”.


Llegue a Viedma cuando empezaba a hacerse de noche y me contacte con Fernando, el cual estaba en casa de sus padres celebrando el cumpleaños de ellos, así que me dirigí hacia allá y me encontré con mucha gente nueva para mí, pero que me habían conocido de bebe. Fernando y su esposa Lujan, casi iguales a la última vez que los vi, hace ya más de 10 años, la hija mayor Agustina con poco mas de 10 años imagínense el cambio que tuvo y conocí a la nueva nena de la flia, María José, hermosa y cariñosa como ninguna, apenas me vio sin conocerme, demoro 10 segundos en tirárseme encima y abrazarme.


Estuve largo rato contándoles sobre mi viaje y mis delirios posteriores, recibí muchos consejos sobre cómo afrontar el frio del sur y sobre sitios que tengo que visitar en este recorrido, un amigo de Fernando que se encontraba ahí y posee un taller me invito a pasar mañana temprano para lavar la moto y aceitarla para prevenir el oxido de la costa.

Así que mañana tengo que llevar a lavar mi ropa, lavar y cuidar a mi negra, posiblemente tenga una entrevista con un diario local y encontrarme con Diego, el dueño de la Bandit que casi adquiero antes del viaje, para charlar mucho y salir a dar una vuelta con la misma. Muchas cosas por hacer, pero también tengo mucho tiempo para hacerlo, me quedo acá hasta el viernes.

Fernando muy amablemente me consiguió un residencial para que este mas cómodo ya que en su casa me dijo que entre las nenas y el perro, hay mucho ruido desde muy temprano. Así que acá estoy, muy cansado pero con poco sueño y con ganas de mantenerlos al tanto de todo, día a día.


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