Moto Viajera

Gran Viaje al Sur: Dia 18, 19, 20, 21, 22, 23 y 24

Día 18


Este día hacíamos el recorrido hasta el Lago Lapataia, donde termina la ruta nacional 3, fotografía infaltable, hasta Stephane sabía que de nada sirve llegar a Ushuaia y no tomarse tan clásica foto!


Conocí y converse un poco con Juan José Degratti, una persona que había hecho Ushuaia – Alaska en 1960 a bordo de una moto Alpino 175, un tipo muy agradable para conversar y aprender de su experiencia.
Ushuaia y sus alrededores es alucinante, un sitio mágico y espectacular, que da para quedarse mucho más que 2 días, pero tengo que continuar para adelante, queda todavía mucho que recorrer estando recién en la mitad del camino.


A la noche un gran asado para todos los concurrentes, carne por montón y muy buena de hecho, dieron las menciones, Stephane gano la del viajero más lejano, Tati y Facu ganaron la de la moto de menor cilindrada que vino de mas lejos y en los sorteos nos ganamos $30 de nafta, excelente!



Un agradecimiento muy grande a Gaby una seguidora del blog y miembro de la agrupación “Latitud 54 Sur” quien ayudo mucho y nos atendió de lo mejor todo el fin de semana.



Día 19



Este día había un recorrido por la Ruta Provincial “J” pero amaneció muy inestable y frio, yo de tonto no cargue combustible a la salida de Ushuaia, ya que sabía que hasta Tolhuin llegaba, pero no consideré el viajecito por la J, así que seguí derecho mientras Stephane se fue a conocer dicho camino.


Se largo a llover levemente pero constante, y en un momento atravieso un charco y las botas se me llenan de agua HELADA, a eso le sumamos que mis guantes no son muy impermeables así que, qué peor que viajar con las manos y pies mojados!


Llegue a Tolhuin casi congelado y de descalcé, entre al kiosquito a tomar un par de cafés bien calientes y comer algo. Conocí a 2 motoqueros de Rio Grande que también estaban secándose un poquito.


Luego me cambie las medias, me pongo unas secas, una bolsa plástica y adentro de la bota, con eso permitía que mi pie se mantenga seco y con la media nueva generara calor, calor que valga la redundancia calentaría el agua interior de la bota y con lo cual pude continuar sin mayores problemas.

Para las manos, utilice unos guantes de snowboard que compre en montagne que son bastante impermeables, pero MUY incómodos para manejar, así que preferí no congelarme las manos y me la tuve que aguantar.

Llegue a Rio Grande y empecé a buscar el Club Náutico, donde nos habían recomendado acampar, al llegar, me atiende muy amablemente un señor que me pregunta si quiero ver el lugar al cual le respondo que no, que lo que tuviera sería suficiente, jeje, me estaba muriendo de frio, solo quería darme una buena ducha de agua caliente.

Así que entre, me acomode y me di tan deseada ducha. Mientras conversaba e intentaba arreglarles el internet inalámbrico para poder conectarme desde mi propia computadora llego Stephane acompañado de otro motoquero. Me indica que nos podíamos quedar a dormir en lo del señor al cual le agradezco su oferta pero ya me encontraba instalado ahí y disfrutando de la charla con “Willie” (Guillermo), quien me mostro unos recortes en la revista Moto de cuando en el 2006 recorrió toda la RN40 en un scooter Beta 110.

Stephane decide quedarse también y a la noche nos vamos a comer donde el motoquero que nos invito a dormir, iba a cocinar Tati quien junto a Facu se habían hospedado ahí.


Día 20


Este día emprendimos el regreso temprano, hacia Rio Gallegos, donde había vuelto a hablar con Daniel para que nos hospedara esa noche, salimos temprano, despidiéndonos de nuestro nuevo amigo Willie y del club náutico que tan cómodo y cordialmente nos alojo.


La ruta de regreso buena, elegimos un camino alternativo en la parte de ripio para tener menos transito pero igual al ser lunes el mismo era mucho menor, lo que si no podía faltar, nuestro ya tan cercano amigo, el viento… Las fronteras, vacías, llegábamos y nos atendían inmediatamente, así que el paso no demoro casi nada, llegamos a Rio Gallegos bastante cansados de pelear tanto con el viento y fuimos directo a lo de Daniel, yo veo que mi cubierta usadita que compre en capital para el viaje había recibido bastantes cortes así que para no correr peligro decido cambiarla, Daniel me ofrece una que tenia usada de su Transalp y con Stephane hacemos el cambio ahí mismo en el taller.


A la noche comemos y conversamos, les mostramos las fotos del fin de semana y a la cucha, a dormir.



Día 21





Recibo un mail de Luciana, una CouchSurfer a la cual le había pedido hospedaje hace mucho indicándome que me podía quedar en su casa, a quien contesto que ya estábamos ubicados donde Daniel, pero que me gustaría pasar a tomar el mate para conocerla junto a su novio Ale y conversar un poco.


Así que al medio día aprovechando su horario de almuerzo vamos con Stephane a la casa de ella, nos prepara unas pizzas muy ricas y tomamos el mate mientras conversamos, llegadas la 1:45 tenemos que irnos porque tiene que volver al trabajo pero nos ofrece quedarnos un par de horas para conocer a Ale, lastimosamente si nos quedábamos se nos iba a hacer muy tarde para viajar a El Calafate así que le agradecemos y desistimos de la invitación.


Salimos rumbo a El Calafate y Stephane se da cuenta que mi amortiguador delantero derecho estaba “transpirando” aceite, cuando lo vemos de cerca tenía un golpe profundo causado por una piedra del ripio que probablemente habría roto el reten, pero como no era mucho decidimos seguir.


A 40km de Rio Gallegos Stephane se detiene y me indica que prefiere volver e intentar arreglar el desperfecto ya que quien sabe si más adelante podríamos hacerlo, lo cual me parece lo mejor ya que los pueblos que seguían eran mucho más chicos y la disponibilidad de un lugar y de repuestos era menor.


Nos volvemos y caemos al taller de Daniel, nos encontramos con Facu y Tati, que había llegado recién de Rio Grande, así que le indicamos a Daniel que necesitábamos conseguir el repuesto para mi moto, empezamos a llamar y averiguar y nada, no había nada en stock en todo Rio Gallegos, Stephane me hace un arreglo temporal con una cámara de cubierta delantera para evitar que el aceite cayera en el freno y me dijo que tendríamos que revisar periódicamente para ver si había perdido mucho y así rellenarlo.


La llamo a Luciana y le consulto si su ofrecimiento de hospedaje seguía en pie, lo cual me confirma y me indica que vayamos al depar que seguro estaba ahí Ale. Lo cual hicimos, descargamos las motos y conocimos a Ale, medio dormido pero muy atento y amable, conversamos y tomamos unos mates antes que tuviera que irse a su trabajo.


Luego a la noche finalmente todos juntos tuvimos largas conversaciones muy amenas, ya que compartimos muchas cosas en común, ellos, una parejita joven que hace un poco menos de un par de años habían salido de mochileros a recorrer Argentina, y cuando llegaron a Rio Gallegos se encontraron sin plata para lo que tuvieron que buscar trabajo, se quedaron decidiendo juntar un poco de plata para continuar su viaje.
Con el tiempo se compraron una Volkswagen “Combi” la cual quieren arreglar y armar como un motorhome y así poder continuar su aventura y extenderla por el resto de América y el mundo.

Luciana me regalo un libro llamado “Atrapa tu Sueño” de una pareja de argentinos que en un auto antiguo emprenden un viaje hacia Alaska, con la consigna de que una vez terminado de leer (prometo leerlo todo) lo firmara y entregara a otro viajero/a que cruce en el camino.

Lucha y Ale, como les dije, son unas personas espectaculares, les deseo todo lo mejor y que esto solo sea una pausa en su gran aventura, espero algún día volverlos a encontrar, de ser posible en la ruta y muy lejos de nuestros “hogares”.


Día 22



Finalmente salimos con destino al El Calafate, día de muchísimo viento, mi negra, pobre, no podía pasar de 70kph en algunos tramos, pero la ruta, espectacular, al fin pisamos la RN40!


Muchos cerros y montañas, paisajes maravillosos, a lo lejos se alcanzaban a ver nevados.


Llegamos al destino para encontrarnos con una ciudad bien armada para el turismo, grande y organizada, lleno pero lleno mal de turistas.


Nos fuimos a encontrar en su trabajo con Analia, otra CouchSurfer que nos había ofrecido hospedaje y nos recomendó ir a visitar la laguna Nimez, laguna muy linda pero nada en comparación del gran Lago Argentino, de un color celeste más celeste que el propio cielo.


Luego fuimos a la casa de Analia a dejar las cosas y del cansancio que tenia luego de luchar tanto tiempo contra el viento me quede dormido, una casita chiquita pero muy acogedora y particular, muy decorada pero muy linda donde nos esperaban Valentina, hija de Analia y 3 de sus 4 perros.


Día 23



Salimos temprano en dirección del glaciar Perito Moreno y con la recomendación de Analia de acampar en el Lago Roca, así que cargamos con todo el equipaje y emprendimos viaje.


La entrada al parque nacional es muy linda, un camino muy sinuoso y con una vista increíble.
Veníamos bastante rápido disfrutando tanta curva y contracurva y de repente recuerdo muy claramente haber dicho en voz alta, “¡ZARPADO!” (que en el dialecto porteño-argentino quiere decir algo como “increíble”), a mi izquierda entre los árboles, se llegaba a divisar el glaciar, en un color blanco brillante que te partía la retina, doy media vuelta en medio de la ruta para tomarle fotos. Lo había visto anteriormente en fotos y videos pero nunca pensé que en persona me llevaría semejante sorpresa.


Seguimos muy deseosos de estar a pocos metros y ver su majestuosidad así que llegamos al estacionamiento, donde nos suben en unos micros del propio parque hasta las pasarelas. Empezamos a recorrerlas y no dejo de maravillarme con lo que veo. Realmente es el significado de las palabras IMPONENTE, MAJESTUOSO.


Algo realmente increíble al menos para mí, ver ese bloque de hielo gigante descendiendo en el medio de las montañas y más asombroso aun escucharlo romperse, son como disparos, explosiones y se ve pequeños desprendimientos caer al lago. Seguimos por las pasarelas y llegamos hasta el balcón de desprendimientos y conseguimos ver 3 grandes, tan grandes que me es imposible explicárselos.


Volvemos al estacionamiento y nos encontramos con un motoquero americano que venía de California en una KTM 990 Adventure, conversamos un poco, un tipo muy ameno que a esta altura manejaba muy bien es español.


Salimos en dirección al famoso Lago Roca, recorriendo unos 25kms de ripio para llegar al mismo, pasamos un camping libre y fuimos al pagado ya que no tuvimos la precaución de comprar comida en el pueblo y tendríamos que aprovisionarnos ahí en el camping, y yo además necesitaba una ducha caliente.



En el camino pudimos apreciar unos de los emblemas de la Patagonia, el glorioso cóndor, surcando el cielo, manteniéndose inmóvil con tanta facilidad que nos permite fotografiarlo sin mayor complicación.
El camping hermoso lugar, mucha naturaleza, tanto que solo tenían luz eléctrica de 7pm a 11pm mediante un generador propio.


Mi colchón (en realidad el de Carlos, que por equivocación me lo lleve yo) pinchado nuevamente, encontramos los agujeros y los arreglamos. A la noche, se desinflo nuevamente, la verdad, una verdadera cagada, ya sé que para la próxima es preferible un aislante común a andar sufriendo con esta porquería.



Día 24



Salimos del camping con un respectivo llamado de atención, ya que si bien nos habían advertido que no podíamos levantar leña del parque por frio lo hicimos y quedaron rastros en el fogón. Realmente no sé el por qué de la prohibición, pero bueno, estaba nuestro propio bienestar en juego.


Salimos con destino a El Chalten, pasando por El Calafate para despedirnos de Analia y agradecerle por su tan generoso gesto de hospedarnos y alimentarnos y sobre todo por contarnos y recomendarnos tan buenos lugares para visitar.


El camino a El Chalten, asfalto en el mejor estado, se ve que le han dedicado mucho al turismo de dicho lugar, el camino como se viene repitiendo últimamente con paisajes muy impresionantes y hermosos.


Cuando nos estábamos acercando al destino yo venía pensando en el famoso monte Fitz Roy, tan nombrado pero para mí totalmente desconocido, Analia nos había contado sobre un dicho que dice que “aquel que ve el Fitz Roy despejado por primera vez, posee un alma pura”, podre reconocerlo, quizás lo veía y ni siquiera sabía que lo había visto, estaba dudando de la pureza de mi alma, jeje, pero no, es inconfundible, los picos elevados del mismo lo hacen único y identificable incluso para los que como yo, tenemos poco conocimiento de estas tierras. Lastimosamente estaba muy nublado así que confirme que mi alma es impura!


Paramos a comer donde nos recomendó Analia y al entrar vi a una chica hermosa que cautivo por completo mi atención, mientras comía intentaba seguir de la forma más disimulada cada movimiento que hacía para intentar deducir su procedencia mediante su hablar. Estuve mucho tiempo pensando cómo hablarle, que preguntarle o decirle para iniciar conversación pero no se me ocurrió nada, maldita timidez mía, tanto que llego el momento que junto a las otras 3 personas que estaba se retiro del lugar.


Estaba decepcionado conmigo mismo por no haber podido ni siquiera decirle “hola” y saber su nombre.

Seguimos con Stephane en búsqueda de un camping, de ser posible, gratuito, pero se ve que el turismo ha proliferado tanto por este pueblo que muy pocas cosas se mantienen gratuitas, los campings al menos no.


Camino hacia la laguna del Desierto encuentro caminando a una de las chicas que estaba con mencionada chica del comedor y sin pensarlo mucho di la vuelta y la encare para intentar obtener algo de información sobre aquella muchacha, empezamos a conversar muy amenamente, ella se llamaba Jorgelina y me conto que esta maravillosa chica se llamaba Stefy, que era su prima y que vivía en Australia, maldición, por que tan lejos! Que junto a su hermano y su novia habían venido de vacaciones y se encontraban hace algunos días acá paseando. Volverían para Rafaela al día siguiente, así que le pregunte que iban a hacer a la noche, para juntarnos y que me la presentara.


Me indico que irían a un lugar llamado “La Waffleria” y nos despedimos con el fin de encontrarnos a la noche.


Fuimos a acampar, junto al rio y cerca de la ciudad, pero con mucho, muchísimo viento, tanto que por primera vez tuve que utilizar los “vientos” de mi carpa, luego hicimos un mini trekking por el sendero al Fitz Roy, el cual yo a la hora de caminar desistí y volví, definitivamente el trekking no es para mí. Al menos logre unas tomas maravillosas desde una altura considerable.



Volví y me acosté a hacer una siestita, deseoso que sea de noche para ir a conocer a Stefy, me puse alarma para las 10pm ya que acá anochece tarde y dormir.

Me levante a la noche y hablo con Stephane, hace poco había vuelto y no tenía ganas de salir, así que me voy solo a encontrarme con tal maravillosa mujer, para llevarme la sorpresa de que “La Waffleria” estaba cerrada, NOOOOO y ahora? Recorrí el pueblo completo 2 veces viendo a través de cada ventana buscándola y no la encontré, por qué?! POR QUE NO PUDE CONOCERLA?!

Volví muy triste a mi carpa y me acosté para descansar bastante desanimado.


Desearía que cuando paramos a almorzar haya visto la dirección de mi blog y se pusiera en contacto, ojala, si no, bueno, todo para por algo en esta vida!

5 comentarios:

Seba dijo...

Queremos fotos de Steffy! jaja

nachodj dijo...

bien seba, veo que ahora estas entendiendo lo de viajar. No te preocupes, la ruta te la pone delante cuando menos lo esperes. es asi, MAGICO.-

Sebastian Real dijo...

:( seba, no la encontre mas, voy a ver si hay algun seguidor del blog de rafaela que me ayude a localizar a la prima al menos.

si nacho, la verdad que no quiero volver, cada dia conozco gente nueva de aca y de otros paises y vivo extraordinarias esperiencias!

simon dijo...

Despues del chalten arranca la 40! a meterle garra!

Anónimo dijo...

nooooooo!! hace 2 días que vengo leyendo. re copado todo... pero como se te escapo la gringa rubia stefy!... quiero llorar, chau!

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